Este edificio albergó en los primeros años del poblado el denominado “Culto”, es decir, el lugar y momento en que los evangélicos se reunían para celebrar sus ritos. La construcción de la iglesia católica fue posterior a esta (sobre 1911).
El origen inglés de los fundadores de la empresa y el poblado fue la razón de que la religión evangélica fuera la primera en expandirse entre trabajadores y familias de El Centenillo.
Kate y Ethel Haselden, esposa e hija del director de la mina Henry Adolphe Haselden, fueron figuras destacadas en el comienzo, evangelizando por las chozas donde, al principio, vivían mineros y familias.
Con el paso del tiempo el edificio perdió su uso religioso, siendo posteriormente albergue y almacén de la cercana Cooperativa.
En la reconstrucción moderna se añadió una altura más y se cambió la entrada. La fachada se mantiene original.
Aspecto original del edificio. Autor: Francisco Pérez Rayo.